EL OFICIO DE CAPADOR

Ya se empiezan a reponer los cerdos en los caseríos pues en esta época están más baratos y me viene a la memoria la practica que antes se hacía en las casas para castrar a los pobres cerditos que se dedicaban al engorde para su matanza.- El trabajo los chicos de la época era algo tabú pues venía por los pueblos un señor con gesto serio y altivo que recibía trato de alguien importante pues su trabajo el de capar los gochos era algo que no todo el mundo sería capaz de hacer. El señor en cuestión venía al cubil le ponía la pata encima al gochin de turno, sacaba del bolso de su chaqueta que solía ser de cuero negro, una navaja especial pal oficio y zas¡ le metía una cortada en las partes genitales les sacaba los testiculos los retorcía y luego los cortaba tan pancho, luego les echaba agua con sal y les ponía unos puntos de sutura, y los soltaba. Todo ello era muy cruel y los chillidos del pobre animal se oían en toda la aldea; Eso nos impresionaba tanto a los chicos que nos escondíamos del miedo a que fuéramos víctimas de aquel homecón que hacía tal estropicio en la virilidad de los pobres gorrinos.- Tanto era así que cuando aparecía el capador que era gallego casi siempre tocando un silbato o flauta todos corríamos a escondernos y no aparecíamos hasta que se iba.- Es un oficio que ahora ya no se ve en los pueblos ya que los cerdos de las granjas ya vienen castrados de origen, y si los cazadores capan a los machos de jabalí para poder aprovechar la carne.-